Dando una vuelta por el jardín

Acababa de llegar a el nuevo instituto; esperando que algún amo llegase rápidamente. Pero para pasar el tiempo, me gustaba salir a pasear al jardín y ver las lindas flores crecer.
Mientras caminaba por un lugar lleno de flores, por un camino central evitando pisarlas, me encontraba completamente emocionada al ver toda gama de colores pintados en aquellas bellas flores, las cuales también eran de distintos tipos y muy hermosas. Entre pasos daba pequeños saltos, gracias a su cuerpo con esencia de conejo, mientras sonreía tímida pero alegremente.-Qué bello lugar es éste!- dijo mientras caminaba por la tierra en flor, recordando una canción de la primavera y topándose con un hermoso cerezo en flor. Asombrada, levantó la vista para intentar divisar la copa del gran árbol, mas no lo logró y se deprimió por ello, luego sintió como el estómago le rugía pues no había comido nada desde que llegó a el nuevo instituto. Así que, con hambre, se sentó a la sombra del gran árbol florecido.

Mientras se encontraba hambrienta y sentada bajo la sombra del cerezo, sintió a alguien venir lo cual la puso algo nerviosa y mientras rugía su estómago sentía que alguien se acercaba. A lo lejos divisó, una chica caminando, en dirección al bello cerezo; al parecer era una chica mitad zorro que pertenecía al recinto.
Tras oír cada palabra, sonrió y se colocó nerviosa cuando escucho en un susurro proveniente de la bella chica lo siguiente "...Donde el milagro es sobrevivir...". Luego mantuvo una sonrisa nerviosa, sabiendo que los depredadores estarían en cualquier lugar y debería prepararse a huir en cualquier ocasión; pero con el hambre que tenía no podría correr demasiado lejos. Continuo a eso respondió, con una dulce voz -Soy Mikuru-gif; encantada de conocerla-gif- sonrojándose cuando besó el dorso de su mano. Se levanta para sonreír, demostrando la belleza interna de su corazón, para poder contemplarla más cercanamente.

-Rouss-san, el placer es todo mío- dijo sonrojada ante los halagos que recibía, pues aunque estuviese acostumbrada a los halagos, aún así se avergonzaba al recibirlos y se sonrojaba notoriamente porque era demasiado vulnerable en cualquier forma.
-Pues... No hace mucho que llegué-gif...- respondió y, luego de sentir rugir nuevamente su estómago, se sentó sobre el césped con cuidado de no aplastar la hermosa cola de zorro que poseía la chica. Luego, se limpia un poco la cara, u voltea algo sonrojada para preguntarle -Y usted, Rouss-san, ¿hace cuánto fue que llegó?- en un tono dulce y amable, dispuesta a escuchar cualquier respuesta e incluso un "te voy a comer" o cosas por el estilo; porque estaba acostumbrada a ser completamente vulnerable ante cualquier cosa, incluso lloraba con el insecto más pequeño que se acercaba a su oreja.

Asintió con la cabeza al escuchar las primeras palabra de la chica, con algo de emoción al imaginarse el instituto con muchos más adornos y cosas por el estilo de colores muy vivos; aunque se encontraba completamente feliz en el jardín, de todas formas deseaba conocer aún más el instituto y recorrer cada centímetro de éste. -Comprendo... Y.. ¿Ha sido una labor dura, no?- preguntó, refiriéndose a la remodelación del recinto y luego nota que se recuesta sobre el cesped, sentándose a su lado para luego afirmar lo que había dicho -Pues sí; sería mucho más divertido si hubieran más personas dentro de este lugar; más aventuras, más gente dentro...- dice con algunas lágrimas que brotaban por sus ojos, sí era una chica llorona, pero simplemente estaba llorando por la tristeza que sentía al que no hubiese nadie con quien jugar dentro del instituto.

Notó lo cansada que se encontraba la chica así que, tímidamente y sonrojada de manera tierna, le ofreció sus piernas para que durmiera un poco -Si gustas, puedes dormir un poco...- y le sonríe cálida para que aceptara el descansar sobre su regazo.
El pensar en un baile provocó que el rubor subiera rápidamente a sus mejillas, recordando la convivencia anterior que había tenido con los chicos. Sube la mirada y se pierde entre las rosadas flores y hojas del cerezo que la hacían sentir más tranquila y feliz dentro de ese lugar; aún mantenía una linda sonrisa para intentar hacer sentir bien a su nueva conocida.

Aún perdida entre las hojas del bello árbol, suspira y le responde -Pues espero a un amo; trabajo de Maid y también estudio. Son las cosas que hay que hacer para sobrevivir, pero más que nada el ser maid es por diversión. Adoro servir a la gente- con una gran sonrisa y dedicándole una mirada tierna moviendo, a la vez, sus orejas y su cola e inconscientemente le da un abrazo muy fuerte, con mucho cariño para darle ánimos que deberá usar en emplear todas sus actividades y dedicarle las siguientes palabras -"Si tú lo deseas puedes volar"... Y puedes contar conmigo si es que necesitas algo; mi deber es ayudar...- manteniendo su dulce sonrisa.

Siente como intentan salir las lágrimas a causa del miedo de pensar en ser devorada por una chica que recientemente había conocido; pero un gran alivio la recorrió cuando escuchó lo del director y dejó escapar un enorme suspiro. Las caricias en sus orejas le causaban un poco de cosquillas, lo que le provocaba sonreír nerviosamente por las palabras dichas anteriormente. -Es un alivio que el director se enfadase por esa conducta- susurra para sí misma, comenzando a sudar un poco a causa de los nervios.
Su cola era realmente hermosa y, cuando dejó de acariciarle la cabeza, se vio hipnotizada por su gran cola; que logró distraerla de su comentario y sólo asintió con la cabeza, pues contaba con todo el apoyo de su parte para hacer cualquier actividad dentro del instituto.

Se levanta, de igual manera, para despedirse de la nueva conocida que tenía dentro del instituto; lo cual le hacía feliz y recordó que su estómago continuaba rugiendo. Cuando se despidió, le regaló un pequeño beso en la mejilla, y se dirigió hacia la cafetería para buscar muchas cosas de comida, pero sin antes confesar -Fue realmente un gusto conocerle, Rouss-san, espero que nos podamos encontrar en otra ocasión; matta ne~~- dice y después se dirige a pequeños saltos hacia la cafetería.